Por Redacción

El gobierno de Honduras indicó que el activista mexicano, Gustavo Castro Soto, quien estuvo en el asesinato de la dirigente indígena Berta Isabel Cáceres Flores, no abandonaría el país para continuar declarando.

El pasado domingo, Castro Soto declaró que le preocupa la situación y su “integridad”, ya que tenía planeado viajar a México ese mismo día.

El activista tenía la posibilidad de dar su declaración dentro de la embajada, sin embargo, la Fiscalía dijo que la tenía que realizarla en la comunidad de La Esperanza, lo que implica un mayor riesgo.

El mexicano llevaba dos días en el país dando conferencias sobres el impacto de la extracción de minerales en los pueblos indígenas, en alianza internacional con el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (Copinh), de la cual era dirigente Cáceres Flores.

Además, Artículo 19 exigió que Castro Soto sea trasladado a México sin retardo alguno, para emitir sus declaraciones e impedir que permanezca incomunicado y sin certeza sobre el proceso que sigue su caso.

Denunció que su retención es ilegal, hizo énfasis en la labor de los defensores de los derechos humanos y acusó que el Estado hondureño es responsable del daño contra la vida de cualquier víctima de violencia.

El Copinh es la mayor organización que aglutina a la etnia lenca, la mayoritaria de todos los pueblos precolombinos del país.

Cabe mencionar que en Honduras, de 2002 a 2014 han sido asesinados 111 activistas.

 

Editado por Jorge Santamaría Colula

Foto: Alainet

Fuentes: Economía hoy y 24 horas

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