Por Álvaro Conrado Pérez Aquino

El 25 de febrero estuvo de visita oficial, en nuestro País, el vicepresidente de los Estados Unidos de América, Joe Biden, entrevistándose con el presidente Enrique Peña Nieto en la Ciudad de Guadalajara.

Destaco de dicha entrevista el valor –sí, aunque a medias– del presidente mexicano para afirmarle frente a frente al gobierno estadounidense que censura el gobierno mexicano la construcción de muros en la frontera sur de su país, en clara alusión a Donald Trump; además, cabe decir, que es la primera ocasión que el presidente de México se refiere a este precandidato para contestar sus ataques, no lo había hecho, con razón, para no hacerle el caldo gordo en su campaña política por la presidencia de aquél país. Pero si eso es destacable, también no lo es menos que el vicepresidente americano dijo enfáticamente: “El gobierno de los Estados Unidos de América está preocupado por la impunidad que prevalece en México”. 

También se refirió a que los Estados Unidos han sido honestos y lo seguirán siendo con México, para señalarle las violaciones a los derechos humanos y ofrecer su cooperación. Hemos sido testigos de demasiados casos de tortura y violencia utilizadas para eliminar a periodistas mexicanos y civiles, ejecuciones extrajudiciales, cárteles actuando con impunidad y demasiados padres llorando por la pérdida de sus hijos a manos de la violencia.

Sus aseveraciones muestran un claro sesgo de preocupación e ingerencia en nuestros asuntos, pero por el rango que han adquirido los problemas de México en esos rubros, los cuales han traspasado fronteras –llegando hasta las Naciones Unidas, y la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos– no nos queda menos que apechugar la bofetada.

México muy poco puede defenderse en cuanto a la impunidad, cuando por ejemplo se ayudó tanto a Moreira para salir de la cárcel en España y regresar con descaro y cinismo a México, en clara burla a la sociedad mexicana, y ello, con el beneplácito y visto bueno de las autoridades de la Procuraduría General de la República. 

Y otros casos más de reciente escándalo que nos dejan muy mal parados en el contexto internacional; por eso, el presidente tuvo que apechugar la afirmación del funcionario americano.

Pero nosotros qué podemos hacer, como simples ciudadanos, creo, tenemos las armas en las manos, aquellas que nos dan las instituciones electorales del país, eligiendo a quienes creemos nos representarán con solvencia moral, y sapiencia política, si no hacemos esto, estamos condenados a seguir con más de lo mismo. Tendremos comicios para elegir gobernadores y diputados locales este año en Puebla, Veracruz y Oaxaca, por ejemplo, es un buen comienzo, ¿no cree usted?

 

*Las opiniones expresadas en esta sección son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente la línea editorial del portal de noticias Ángulo 7. 

Fundadora y directora editorial del portal de noticias Ángulo 7. A los 14 años decidió que quería dedicarse al periodismo. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana de Puebla. Fue becada...