Fermín Alejandro García/ Cuitlatlán/La Jornada de Oriente
Tal como se advirtió en esta columna –publicada el pasado 8 de febrero–, el ayuntamiento panista de Atlixco ha empezado con sigilo, con un trato especial, a analizar las solicitudes de permisos del fraccionamiento Cola de Lagarto, el cual se pretende levantar sobre docenas de hectáreas del área natural protegida Reserva Estatal Sierra del Tentzo. La tendencia es autorizar dicho desarrollo inmobiliario, en el cual están involucrados empresarios y funcionarios públicos del grupo morenovallista.
El argumento que prepara el gobierno del alcalde albiazul José Luis Galeazzi Berra es que el fraccionamiento conviene al desarrollo de Atlixco por la derrama económica que dejará al municipio, pues en una primera etapa se plantea que habrá una inversión de por lo menos 52 millones de dólares, equivalentes a unos mil millones de pesos al tipo de cambio de 19 pesos.
Con ello se quiere evadir el tema de la afectación ambiental y justificar que se otorguen los primeros permisos parciales de cambio de uso de suelo.
Lo correcto es que se tendría que desechar las solicitudes en cuestión desde un primer momento, ya que el fraccionamiento –que está siendo diseñado y gestionado por Federico Bautista Alonso, el arquitecto consentido del morenovallismo– está ubicado en la única área natural protegida que ha decretado el actual gobierno estatal, y que se supone es un recurso legal para evitar la expansión urbana en áreas dedicadas a la preservación de ecosistemas.
El fraccionamiento Cola de Lagarto abarca unas 200 hectáreas –de las cuales 85 por ciento está en el área natural protegida–, pero atrás de ese proyecto existe la intención de explotar, a largo plazo, otras 400 hectáreas de Reserva Estatal Sierra del Tentzo, cuyo atractivo es la existencia de bosques de encinos y la disposición de agua, junto con la cercanía a Puebla, Cuernavaca y el Distrito Federal.
José Luis Galeazzi es un alcalde sometido al control absoluto del gobierno de Rafael Moreno Valle Rosas, por lo cual resulta utópico suponer que el ayuntamiento de Atlixco analice la posibilidad de no conceder los permisos al grupo morenovallista, que tiene puesta la mira en Cola de lagarto como un proyecto que puede rendir grandes dividendos después de que concluya el actual sexenio.
La complacencia de Galeazzi a los intereses económicos de los morenovallistas se observa en los siguientes hechos: en que el edil ha reconocido que se ha reunido con los inversionistas de dicho desarrollo inmobiliario.
Que les solicitó que esperaran unas semanas para presentar las peticiones de cambio de uso de suelo y de impacto ambiental.
Que esa prórroga fue para que a José Luis Galeazzi Berra le diera tiempo de cambiar al titular del área de Desarrollo Urbano, que estaba en manos de Moisés Izúcar Payán, y ahora dicha dirección tiene como titular a Paola Caballero Galeazzi, de quien se especula que podría ser pariente del edil por la coincidencia de un apellido.
¿Por qué esperar al cambio? Porque Moisés Izúcar ya se había convertido en un dolor de cabeza para el ayuntamiento de Atlixco, por la controversia que han causado varios permisos que ha otorgado, entre ellos a un par de gasolineras, una que se ubica frente a la Secundaria Técnica 3, y otra junto a un centro comercial.
Lo que se buscó es que el seguro otorgamiento de los permisos a los fraccionadores de Cola de Lagarto no se convirtiera en uno más de los escándalos del ex director de Desarrollo Urbano.
Y ahora se quiere que el tema queda en manos de alguien que sea discreto y de la extrema confianza del edil, razón por la cual el asunto se le ha asignado a Paola Cabellero, quien llegó al puesto hace unos 15 días.
Con esa actitud de Galeazzi Berra es necesario denunciar que se aproxima un nuevo ecocidio para favorecer los intereses económicos del grupo político en el poder.
Para mayor informaciónn:http://www.lajornadadeoriente.com.mx/2016/02/18/galeazzi-listo-para-dar-permisos-para-depredar-la-reserva-estatal-sierra-del-tentzo/
