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Por Redacción

La BUAP y el Inaoe serán sede de la Escuela Internacional de Cristalografía para la Ciencia del Espacio, la primera en su tipo a nivel mundial, cuyo objetivo es preparar expertos en proyectos para la explotación de minerales extraterrestres.

Lo anterior, con el fin de comprender la constitución del universo.

María Eugenia Mendoza Álvarez, académica del Instituto de Física de la BUAP (Ifuap), detalló que esta escuela es promovida por Cospar, comité espacial fundado en 1958 para impulsar la investigación del espacio.

En este caso, la máxima casa de estudios en la entidad, dijo, fue seleccionada por su destacada trayectoria académica y de investigación.

Del 17 al 29 de abril próximo, 30 seleccionados realizarán proyectos de investigación sobre minerales y cuerpos extraterrestres, a través del uso de técnicas analíticas. Los estudiantes también discutirán los datos de las misiones Curiosity y Discovery, ambas de la NASA.

Los participantes en esta escuela son estudiantes de doctorado o jóvenes investigadores con experiencia en difracción, tratamiento de imágenes o sensado remoto. Además, trabajan en áreas afines a la química, física y biología.

El trabajo teórico se efectuará en las instalaciones del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (Inaoe); la parte práctica, en el Laboratorio de difracción del Ifubuap y las pruebas de campo, cerca del Popocatépetl.

Las diferentes sesiones serán impartidas por especialistas de alto nivel como Dave Blake, de la NASA; el astrofísico francés Jean-Pierre Bibring; investigadores de la Agencia Espacial Europea y de la Unión Astronómica Internacional, por mencionar algunos.

 

Estudian polvo cósmico para comprender el universo

Mendoza Álvarez explicó que gracias al conocimiento obtenido por los telescopios y robots enviados a la Luna y Marte es posible tener datos sobre la existencia de diversos materiales y polvo cósmico, los cuales se estudian para comprender el universo.

La académica del Ifuap indicó que los cristales jugaron un papel importante en la constitución de aminoácidos; de esta manera, su estudio permitirá comprender el origen de la vida. Tanto es su importancia que la Agencia Espacial Europea colocó un robot en un cometa, para analizar la composición química de este cuerpo celeste.

Por lo tanto, estos estudios podrían generar –en un futuro– la explotación de minerales en otros planetas, ya que hasta el momento las sustancias orgánicas identificadas en la superficie de Marte y la Luna coinciden con las de la Tierra.

Este proyecto, igualmente, permitiría regresar la mirada al estudio de los minerales a altas profundidades en nuestro planeta, puntualizó.

 

Foto: Cortesía BUAP

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