Por Álvaro Conrado Pérez Aquino
Cuando una persona se encuentra frente a un micrófono y más cuando ese micrófono es de radio o televisión, la voz se torna pública y está sujeta al escrutinio público.
Tal es el caso de una obra literaria cuando sale al público, el contenido, el lector lo analiza, lo hace suyo y emite una crítica en sentido positivo o negativo, hoy los medios de comunicación están frente a nosotros en razón de segundos, en el instante mismo de su emisión y para verterlos, el parlante o comunicador debe estar conectado correctamente con el cerebro, para no exponerse al linchamiento social.
El caso ahora es Andrea Legarreta y Raúl Araiza, dos de los conductores experimentados, que desde hace años conducen un programa matutino del canal 2 de televisa, la primera como todos sabemos a estas alturas, dijo que el alza del dólar no afectaba el deslizamiento del peso mexicano, aseveración que fue seguida por Raúl Araiza y, para socavar más el pozo, reviro a las críticas en el sentido que los guiones del programa no los escribían ellos y eran otras personas las que lo hacían, es decir, ellos solo repiten lo que otros quieren que digan públicamente ante las cámaras de televisión.
Tener comunicadores así francamente decepciona, cuando aseguran no ser dueños de su punto de visto, no ser pensantes ni actuar con autonomía plena y libertad, lo que en cierta medida puede entenderse, pero cuando las expresiones que aseguran una cosa tan delicada como es el asunto reciente del deslizamiento del peso frente al dólar, pues claro que es delicado que aunque se los escriban, no tengan el criterio de corregir y abstenerse de emitir juicios aberrantes, que de todas formas los expondrán al linchamiento, tal cual está sucediendo ahora en las redes sociales con ambos conductores.
La empresa, me pregunto, qué hará ante el descubrimiento que hacen ambos conductores, cuando aseguran que son otras personas las escriben los guiones, que ellos solo repiten en el espacio abierto al público y que esas personas que escriben los guiones, pues están plenamente identificados, pues basta dar un vistazo a la producción para enterarse quién o quiénes escriben la conducción del programa matutino “hoy”, en contra de quienes también debiera enderezarse la crítica, por su falta de conocimiento, o por su atrevimiento en considerar que la inmensa mayoría de los mexicanos somos ignorantes, y tendríamos que tragarnos sus verdades a medias, y el infundio de su alcances.
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