Por Redacción

En zonas rurales, como Chiapas, los refrescos de cola han desplazo al agua, incluso representan algo curativo y simbológico; empresas de este tipo de bebidas llegan a comunidades alejadas que programas federales como Prospera no.

Así lo señaló Teresa Ochoa Rivera, antropóloga social, quien advirtió que la expansión del consumo del resfresco de cola en todo el país representa un peligro para la salud pública.

Resaltó que en la comunidad de San Jerónimo Amanalco del municipio de Texcoco, Estado de México, no ofrecer refresco de cola a quien visita una casa, por ejemplo, es expresarle que no es bienvenido, aun cuando allí abundan manantiales como el Atlanhuitec, Tlalanquízatl, Pinahuizatl, Meyánatl, Tecatitatl, Axolohuapa, Amilpa.

Las ciudades no son la excepción y con frecuencia suele darse la bebida en fiestas o reuniones de diversa índole y “para no errarle, el de cola no puede faltar”.

Mencionó que en Chiapas valoran mucho el gas y al abrir las botellas lo hacen con especial cuidado para que ‘el alma’ del refresco no salga, porque de lo contrario ya no sirve. Además les representa algo curativo y piensan que al eructar la enfermedad sale, igualmente consideran que es útil contra el “mal de ojo”, el empacho u otros malestares.

La también nutrióloga aseveró que, asimismo, en fiestas tradicionales como la de solicitud de mano para una boda, la novia debe llevar un refresco de cola porque de lo contrario se considera irrespetuoso.

 

22% de defunciones, relacionadas con diabetes

Apuntó que para la elaboración de su producto, la empresa multinacional requiere extraer la poca agua potable que hay en ciertas comunidades.

En La Pila, municipio Huixtán de Los Altos de Chiapas, la explotación de los pozos se llevó a cabo a cambio de remodelar escuelas o donar computadoras usadas, manifestó la especialista.

De acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), la población chiapaneca es la más pobre del país, razón por la que, dada la energía que proporciona y la mala calidad de agua que hay en muchas partes de la República Mexicana, la ingesta de refresco se considera viable pese a que en exceso conlleva serios problemas a la salud.

En México, 22 y 33 por ciento de las defunciones de hombres y mujeres menores de 45 años, respectivamente, están relacionadas con diabetes, enfermedad cardiovascular y obesidad son imputables a las bebidas azucaradas.

Señaló que el Inegi no publica información específica sobre consumo de refrescos en el país porque vincula sus resultados con los de los alimentos.

 

Gravar el impuesto no desalienta consumo

En opinión de Ochoa Rivera, el aumento de impuesto a esta clase de bebidas no desalienta el consumo porque para la población es un hábito, forma parte de su cultura y dieta diaria.

La antropóloga considera que lo que hace falta es obligar a la industria refresquera a cumplir reglamentos así como legislarla con mayor rigor.

 

Foto:especial

Fundadora y directora editorial del portal de noticias Ángulo 7. A los 14 años decidió que quería dedicarse al periodismo. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana de Puebla. Fue becada...