Arturo Rueda/Tiempos de Nigromante/Diario Cambio

Luis Miguel Barbosa podrá presentarse jubiloso ante Emilio Gamboa para, de senador a senador, festejar la misión cumplida que el perredista ejecutó ayer a través de sus personeros: aunque jurídicamente no pudo romper el Consejo Estatal que avaló una posible alianza con el PAN, así como el mecanismo de selección de candidato, mediáticamente quebró la imagen de una megacoalición exitosa como las del 2010 y 2013. La traición se ejecutó con precisión: Barbosa fue con Moreno Valle a Tehuacán, se tomó la foto, dialogaron juntos en el restaurant La Lonja a ojos de todos, y sin tentarse el corazón, envió a Eric Cotoñeto a ejecutar su mejor expertis: romper asambleas a través de conatos de violencia. Su misma receta de siempre.

Del lado panista, sin embargo, tampoco hay mucho apoyo a Moreno Valle. Ayer, la Comisión Permanente sesionó para avalar alianzas con el Sol Azteca y dejó fuera el caso de Tlaxcala porque “no lo solicitó el Comité Estatal de ese estado”. Expresamente, ya en la conferencia de prensa, Ricardo Anaya descartó absolutamente la candidatura común con el PRD en ese estado, dejando en punto muerto la alianza en Puebla, pues una y otra vez Agustín Basave ha condicionado una a la otra. Anaya, quien llegó a la dirigencia nacional con el apoyo abierto de Casa Puebla, es probable que haya puesto el último clavo al ataúd.

Con esos antecedentes, el morenovallismo se encuentra en un momento delicado en el que los enemigos al proyecto comienzan a multiplicarse. Los frentes latentes comienzan a materializarse. No ir en alianza con el PRD no es necesariamente un desastre, pero sí lo es mostrar desesperación y caer en las trampas mediáticas colocadas por personajes como Cotoñeto y Roxana Luna —manejados a larga distancia—, expertos en la resistencia social.

No se trata de un error de Moreno Valle, sino de sus operadores. Para el gobernador poblano es claro que en 2010 y 2013 les prestaron la franquicia del Sol Azteca a un precio alto. Pero cuando dio la orden de ocuparla y desalojar a sus dueños originales, los responsables directos de la misión, Luis Maldonado Venegas y Jorge Cruz Bermúdez, fracasaron estrepitosamente, como ayer volvieron a fallar en la Ex Hacienda de Chautla.

Porque los perdedores de la batalla de ayer tienen nombre y apellido, sin posibilidad de excusarse. Maldonado y Cruz Bermúdez fueron arrasados por la teoría de choque. Lastimoso fue el papel del ex secretario General de Gobierno, quien enfrentado a la furia de los barbosistas, sólo gritaba “no me empujes, no me jalonees”, al tiempo que era despojado de los documentos oficiales con los que se validaba el Consejo. Gritos de desesperación como si en juego no estuviera el destino de tantos, y especialmente, el de Moreno Valle y Tony Gali.

 

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Director general y fundador del portal de noticias Ángulo 7. Es originario de Puebla y estudió Ciencias y Técnicas de la Comunicación en la Universidad Cuauhtémoc. Ha sido reportero en los periódicos...