Por Redacción

Estudiantes, sobre todo de la BUAP, crearon Cplantae, una empresa que desarrolla tecnologías innovadoras para limpiar aguas residuales por medio de sistemas biológicos, colocándose como la segunda compañía ambiental de América Latina.

Cplantae se incubó como respuesta a un problema ambiental en México, pues el 70 por ciento de las aguas residuales son desechadas a ríos o cuerpos acuáticos, que son utilizados para regar y cultivar alimentos.

Héctor José Garrido Rosales, estudiante de Biología de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), indicó que los biosistemas desarrollados como plantas de tratamiento de agua residual están conformados por tecnologías sustentables de biorremediación: humedales artificiales, estanques, biodigestores y vermifiltros.

Señaló que utilizan plantas emergentes, flotantes y palustres como platanillo, lirio, alcatraz, papiro, carrizo y bambú, dependiendo de la zona, así como microorganismos y lombriz roja californiana, usada comúnmente en procesos de lombricomposta.

Este tratamiento es barato, ecológico y de fácil operación ya que no utiliza gran cantidad de electricidad, químicos o motores, sólo requiere de servicios de jardinería, tubos y conexiones.

El director general de esta firma, José Luis Ortiz Robles, explicó que el objetivo es limpiar de forma económica y agradable a la vista por medio de jardines acuáticos que aparte de descontaminar el agua, sean nichos para la biodiversidad.

 

CPlantae y el trabajo de los integrantes

CPlantae lleva a cabo trabajos exitosos: una planta de tratamiento para el riego de cultivos en una comunidad del sur de Tlaxcala, tres sistemas de tratamiento en Africam Safari, Puebla, y otra en el Parque Nacional Arrecifes de Xcalak, en Quintana Roo.

Por ello, los integrantes de la empresa buscan desarrollar otros sistemas de este tipo en Lomas de Angelópolis; en un restaurante ecológico en Izúcar de Matamoros y en el fraccionamiento Bosques del Atoyac.

El tratamiento de agua residual se divide en primario, secundario y terciario, el pretratamiento se llama vermifiltración donde las lombrices descomponen la materia orgánica y filtran por medio del humus –residuo de la lombriz–.

Garrido Rosales explicó que después de filtrar el agua pasa a cubitanques con plantas acuáticas, las cuales con ayuda de microorganismos como hongos y bacterias llevan a cabo diversas reacciones bioquímicas y físicas.

Luego se coloca en un almacén donde se oxigena y tiene contacto con otro tipo de plantas para mejorar su calidad; el líquido obtenido se puede descargar directamente en ríos o cuerpos acuáticos sin ningún problema, ya que dispone de una demanda bioquímica de oxígeno (DBO) por debajo de los límites máximos permisibles de las normas de calidad del agua.

Cabe mencionar que el proyecto tiene como objetivos estimular el restablecimiento del equilibrio ecológico y buscar el desarrollo sustentable,

 

Editado por: Joselyn Furlong

Foto: Cortesía BUAP