Por Gustavo Santín Nieto 

Resulta curioso que, si la evaluación al desempeño docente se encuentra en periodo de prueba, sirva de excusa para tomar decisiones, sobre todo si estas afectan la permanencia en el empleo, si a partir del 25 de enero como lo señalara Aurelio Nuño Mayer, delfín presidencial con aspiraciones metasexenales (http://goo.gl/1p5GVp) se decidiera terminar con la relación laboral del personal docente involucrado.

En efecto, declaraciones de Eduardo Backhoff Escudero, consejero del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), admiten limitaciones técnicas y logísticas que invalidan los resultados de una evaluación docente obtenido a la luz de un proceso, por lo menos limitado, aún si “los avances en la materia” se quisiesen presentar solamente como un instrumento que fomenta el tránsito de maestras y maestros  a “una cultura de la evaluación y certificación de competencias docentes”.

Reconocer que personal docente sujeto a escrutinio carece -en muchos de los casos- de las habilidades digitales para sustentar una evaluación a través de una computadora (ordenador le llaman), que estuvo sujeto a un examen por más de ocho horas continuas en condiciones de estrés, por estar afectados psicológicamente debido al estado de sitio impuesto por Aurelio Nuño Mayer y por los gobernadores locales, por levantarse muy temprano, de madrugada para ser acarreados de lujo en helicópteros y en camiones de transporte foráneo de primera, “buscando” evitar cercos generados por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) que impidiesen el tránsito hacia las sedes evaluatorias, que tuviesen que esperar horas adicionales “por la espera para iniciar la evaluación ocasionada por problemas logísticos y técnicos,” y padecieran de “ansiedad y tensión nerviosa” causada al tenerse que reprogramar su evaluación de un número importante de los obligados a presentar la evaluación (http://goo.gl/S7C5G4).

Admitir que el informe de cumplimiento de responsabilidades  profesionales que hace el director de escuela “no tiene valor a calificación, si va a ser  usado para retroalimentar a los docentes” como declara Sylvia Schmelkes (https://www.facebook.com/eduardoo1202/videos/1049305781767851/),debiese bastar no solo para no dar de baja al personal docente que no presento las evaluaciones en las 20 entidades, en las que “ya concluyó la prueba” y magnánimamente “otorgar” una nueva oportunidad al personal docente de doce entidades, ocho más que los contralados por la CNTE, que “por miedo y por otras razones como problemas de salud.”, no presentó la evaluación de desempeño docente y dar de baja en los 20 estados (http://goo.gl/X5RlyE) sino para cancelar un proceso de evaluación deficiente, no validado académicamente, que sólo ha causado agravios a los trabajadores y trabajadoras de la educación.

Pero, si bien es cierto que no hay peor ciego que el que no quiere ver, Javier Treviño Cantú, el subsecretario de Educación Básica — responsable del nuevo modelo educativo de educación básica metido a constructor, se empecina en negar, lo para muchos especialistas en el que-hacer educativo, interesados perjudicados por las medidas gubernamentales emanadas de la Reforma Educativa impuesta por Enrique Peña Nieto, titular del ejecutivo federal, al tenor del pacto por México, bajo las riendas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y el beneplácito de organizaciones civiles especializadas en denostar al gremio magisterial, es evidente– que “problemas en la integración de las listas finales de quienes serían evaluados, la notificación tardía a maestros que debían subir evidencias profesionales, errores en la asignación de claves de acceso a las plataformas electrónicas, dificultades técnicas que ocasionaron mayor tensión a los sustentantes, e incluso que el examen se aplicara en condiciones poco propicios debido al entorno de rechazo y violencia que genera su aplicación en un sector magisterial,”  constituyen y  generan condiciones para invalidar la prueba. (http://www.jornada.unam.mx/2016/01/08/politica/014n2pol).

Cierto que la prueba debe mejorarse como lo admiten Treviño Cantú y Backhoff Escudero, innegable que debiese existir un diálogo entre las autoridades corresponsables, en la que se incluya las aportaciones que emanen de los especialistas en la materia, de las y los representantes de los trabajadores y trabajadoras de la educación y que la SEP señale que tomará en consideración “las observaciones y sugerencias” puntualizadas en el “Balance sobre las evaluaciones docentes aplicadas en 2015” (http://goo.gl/J4UC3d), que trabajen de manera conjunta “en una estrategia de perfeccionamiento del sistema nacional de evaluación docente, con el objetivo de que, …cada vez tengamos un proceso en el que podamos medir mejor las competencias de los maestros y que éste pueda ser también mucho más eficaz”.

Sin embargo, el quid de la cuestión es otro, el qué del asunto se relaciona con el carácter subordinado asumido por quienes en el INEE se han dedicado a cobrar salarios elevadísimos y a realizar pingues negocios al margen de lo establecido en la normatividad a costa de entregar  su autonomía y su prestigio al Gobierno en turno.

Un organismo autónomo define y establece tiempos, asume en que condiciones, en caso del INEE, se aplicaría una evaluación al desempeño docente quem aunque fuese estandarizada, cumpliese con los requisitos de ser moderna, contextualizada, que fuese probada y piloteada en la diversas zonas del país atendiendo a las desigualdades que provoca una economía subdesarrollada y tercermundista, que no aceptase justificaciones de medio pelo como aquellas que señalan que las autoridades educativas locales no cumplen con su tarea en tiempo y forma cuando carecen de recursos humanos y financieros que atiendan las demandas provocadas por la recentralización del sistema educativo. Un INEE realmente autónomo.

 

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Fundadora y directora editorial del portal de noticias Ángulo 7. A los 14 años decidió que quería dedicarse al periodismo. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana de Puebla. Fue becada...