Por Redacción

En Estados Unidos se cerrará con menos condenados a muerte, al quedar en 49, cifra inferior a las 72, lo cual no se veía en este país desde hace 40 años, según el informe del observatorio Death Penalty Information Center (DPIC).

Sin embargo, esas muertes están muy lejos de las 315 registradas en 1994 y 1996, durante el pico de criminalidad vivido en las ciudades estadounidenses a causa del elevado consumo de cocaína y crack.

Sólo 14 estados y el Gobierno federal enviaron presos al corredor de la muerte este año, siendo California, Florida y Alabama los que lideraron el ranquin, con 14, 9 y 6 sentencias a la pena capital, respectivamente.

Un caso curioso es el de Texas, el Estado que, con diferencia, más presos ha ejecutado en el país en las últimas décadas: durante 2015 tan solo registró dos condenas a muerte, lejos de las 10 de 2014 o las 48 de 1999.

El condado texano de Harris, que alberga la ciudad de Houston y que con 294 sentencias a muerte es el más propenso del país en imponer esta pena, cerrará el 2015 sin una sola condena capital.

“La aplicación de la pena de muerte es cada vez más rara y está cada vez más aislada en Estados Unidos. Estos datos no son una caída puntual en las estadísticas, sino que reflejan un cambio profundo de tendencia”, afirmó Robert Dunham, el director ejecutivo del DPIC.

 

Inédito

Por otro lado, 2015 también vio una significativa reducción de las ejecuciones, que con 28 alcanzaron una cifra inferior a la de los años anteriores (35 en 2014, 39 en 2013 o 43 en 2012) e inédita desde 1991, cuando tan solo fueron 14.

Texas, con 13, se mantuvo un año más como el Estado que más ejecuciones efectuó, seguido por Misuri (6), Georgia (5), Florida (2), Virginia (1) y Oklahoma (1).

A las dos condenas capitales en Texas se le suma que ni Misuri ni Georgia —los otros dos estados con más ejecuciones— mandaron un solo preso al corredor de la muerte.

 

Fuente: El Informador

Foto: El país