Jorge Rodríguez Corona /A Puerta Cerrada/El Sol de Puebla

La soledad de la contienda de gobernador del 2016 obligará al Comité Ejecutivo Nacional del PRI, que encabeza Manlio Fabio Beltrones, a usar el proceso electoral de 2018 como moneda de cambio con los aspirantes y grupos de poder que no resulten beneficiados en la definición del próximo candidato.

Me explico, dado que en la elección que se avecina no habrá más que un boleto en juego, el de ‘mini’ gobernador, esta vez no existirá el tradicional reparto de candidaturas a diputaciones y presidencias municipales que permite conciliar intereses a la hora de desvelar el nombre del ungido.

Ni siquiera una posición dentro del gabinete es atractiva para los tricolores debido al tiempo de un año con ocho meses que durarían en el cargo, en el mejor de los casos y suponiendo que no se les pidiera su renuncia antes del fin de la ‘mini’ administración.

Ante ese escenario, que ha sido advertido de manera clara en la sede nacional del PRI, allá en el inmueble de Insurgentes Norte, se ha concluido que el reparto de posiciones entre los perdedores de 2016, que permita conseguir el respaldo mayoritario a favor del candidato, tendrá que realizarse con miras a la siguiente elección.

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Fundadora y directora editorial del portal de noticias Ángulo 7. A los 14 años decidió que quería dedicarse al periodismo. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana de Puebla. Fue becada...