Por Juan Carlos Lastiri

México es un país de dimensiones y cualidades, en todos los sentidos, extraordinarias. Sin embargo la gran paradoja de nuestro país ha sido que a pesar de estas ventajas, no ha podido encontrar una forma de hacer equitativo el desarrollo en el país.

Muchos factores han tenido incidencia para que esto pase, pero, sin duda, uno de los que menos se piensan, y quizá más necesario sea aprovechar, es el entender las ventajas que cada territorio nos da. 

Debemos entender el espacio de manera funcional y no como límites político-administrativos. Así, desde el inicio de la Administración del Presidente Peña se ha tenido una visión innovadora que propone la planeación del territorio como el centro de diseño de las Políticas Públicas, con lo que se ha impulsado el desarrollo regional y urbano que vincula a todos los órdenes de gobierno para hacer del espacio construido incluyente

En este sentido algo importante es que se ha entendido que para impulsar un México próspero y con inclusión, se necesita articular las políticas de vivienda y de desarrollo urbano, por lo que la meta del Gobierno de la República es, no sólo construir viviendas, sino ciudades cuyo entorno permita a los mexicanos y a las mexicanas acceder a oportunidades para elevar su calidad de vida. Garantizar a la población el derecho a la ciudad no es más que el derecho de todos  a convivir en paz, con tranquilidad, con certeza, con seguridad. 

Esta visión ha permitido que por primera vez, después de muchas décadas,  las políticas de desarrollo regional, urbano y de vivienda se encuentren coordinadas y sean un factor crucial en el desarrollo social y económico de México. Hoy se reconoce la proporción eficaz y las lecturas funcionales del desarrollo que contribuyen a la identificación de agendas, vocaciones y potencialidades regionales, y a su vez, sirven en el diseño y ejecución de mecanismos e instrumentos que promuevan esquemas de colaboración intersectorial e intergubernamental. 

Y en este sentido se están creando referentes de la importancia de la regeneración, reconversión, y consolidación urbana, la oferta de suelo urbano para la población de bajos ingresos. Se han generado mejores prácticas de gestión municipal y estatal para el desarrollo Urbano, la movilidad urbana sustentable, y la planeación urbana municipal y la prevención de riesgos urbanos. 

La creación de ciudades debe suceder dentro de un marco de desarrollo regional que permita tener un claro ordenamiento urbano, que permita potenciar el desarrollo de todos los que habitan estos espacios. Esto ha hecho que hoy la industria de la vivienda se mueva hacia un modelo operativo más responsable en lo social, porque se ha generado consciencia de que el ordenamiento urbano y la planeación territorial influyen de manera importante en el desempeño económico y calidad de vida de las personas. 

El Gobierno de la república trabaja, entonces, en políticas públicas y en propuestas para impulsar la inclusión social y el desarrollo desde el ámbito territorial, donde el espacio construido se entiende como un elemento de alta incidencia en el desarrollo de toda persona, ya que incide en su movilidad, seguridad, diversión, productividad y, por tanto, en su calidad de vida.

Con esta nueva visión se deben construir ciudades más igualitarias, ciudades sustentables e incluyentes, viviendas con visión social y urbana que sean la base de ciudades seguras y esto, principalmente, para quien menos tienen.

 

 

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Fundadora y directora editorial del portal de noticias Ángulo 7. A los 14 años decidió que quería dedicarse al periodismo. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana de Puebla. Fue becada...