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Por Redacción

El Distrito Federal pasaría a ser la entidad federativa 32 del país, con el nombre oficial de Ciudad de México; los ciudadanos capitalinos podrán elegir a sus órganos de gobierno, como hacen los demás estados de la República.

Con la reforma al artículo 40 constitucional aprobada por la Cámara de Diputados este miércoles, la Ciudad de México seguiría como sede de los Poderes de la Unión y capital de los Estados Unidos Mexicanos.

También, con la reforma, tendría su propia Constitución Política, que regirá la conducción del estado, por parte de los órganos Legislativo, Ejecutivo y Judicial de la ciudad.

El Ejecutivo local aún podrá nombrar a los titulares de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) y de la Procuraduría General de Justicia (PGJ), ya que todavía es el presidente de la República quien da el visto bueno, tal y como lo estipula el artículo 122 constitucional.

Asimismo, podrá proponer a la Legislatura local las cuotas y tarifas aplicables a impuestos, derechos, contribuciones de mejoras y las tablas unitarias de suelo urbano, y construcciones que sirvan de base para el cobro de contribuciones sobre la propiedad.

Por otra parte, se prohibirá que quien haya sido jefe de gobierno pueda ocupar el cargo otra vez, ni siquiera como interino, provisional, sustituto o encargado de despacho.

Destacó además, un apartado que dictamina que el gobierno de la Ciudad de México “deberá garantizar todo el tiempo las condiciones necesarias para que los poderes federales ejerzan sus facultades constitucionales”.

El jefe de gobierno de la ahora Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera Espinosa, celebró la aprobación de la reforma política en la Cámara de Diputados, a través de un comunicado, y en su cuenta de Twitter.

Los partidos que apoyaron la moción para este nuevo paso para la capital del país fueron el Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN), de la Revolución Democrática (PRD), Verde Ecologista de México (PVEM), y Nueva Alianza. Sólo el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) fue el único órgano político que se opuso.

Cabe recordar que el proceso de la reforma política del Distrito Federal se dio entre 1986 y 1997, en la que se negoció que el jefe de gobierno capitalino, los miembros de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) y los jefes de las 16 delegaciones fueran elegidos por la ciudadanía.

Con tal premisa, se restituyeron los derechos políticos de los habitantes de la ciudad y se “politizó un espacio político que desde 1928 funcionaba como una entidad administrativa del priismo”, como indicó el diputado del estado de Jalisco, Carlos Alberto Briseño Becerra en su artículo en el Acta Republicana en 2009.

 

Editado por: Marta Romero

Fuentes: El Financiero y CNN Expansión

Foto:  La red noticias

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