Por Miguel Hernández @mikereportero

La capacidad financiera limitó en este año a las constructoras poblanas para tener baja participación en obras públicas, las cuales fueron realizadas por foráneos, por lo que algunas tuvieron que buscar proyectos en otros estados vecinos.

El presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), Alberto Ramírez y Ramírez, aclaró que no fue una cuestión técnica lo que propició un bajo dinamismo de su sector sino el competir con empresas de otras entidades que tienen más poder económico e infraestructura.

Reconoció que parte de sus expectativas de este año estaban enfocadas en lograr una participación en las obras del segundo piso de la autopista Puebla-México, sin embargo no se concretó.

En este tenor, eran 15 las constructoras poblanas que tenían la intención de buscar intervenir en el viaducto elevado, por lo que se habían integrado en tres grupos con capitales que iban desde los 100 hasta 400 millones, pero una cuestión de precios y que solo les ofrecían la subcontratación no los convenció para firmar un contrato con las concesionarias de la obra, OHL y Pinfra.

Ramírez y Ramírez mencionó que también en el caso del Parque Finsa II, que se construye en Nopalucan para los 40 proveedores de la planta Audi, tampoco se han definido los contratos y “voy a entrevistarme con directivos de ese proyecto para ver hasta dónde podemos empezar a trabajar con ellos”.

Puntualizó que muchas de las desarrolladoras foráneas que realizan un proyecto en el estado traen a sus propias contratistas y es difícil entrar en esos consorcios que ya vienen negociados.

 

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