Por Redacción

 

La sub-17 de México se quedó en la orilla de ir por su tercera final, luego de perder 4-2 contra la potencia en dicha categoría, Nigeria, por lo que ahora sólo queda como opción el bronce en el mundial de Chile.

A los juveniles aztecas salió caro cometer errores, entre ellos, el exceso de confianza por no recuperar balones perdidos en la media cancha y en la defensa.

Mientras la contundencia no estuvo del lado mexicano, Nigeria se encargó de demostrar el porqué de su dominio en la categoría. Supo sobreponerse a la desventaja y gran partido que hicieron los pupilos de Mario Arteaga, el mejor en la Copa del Mundo.

Muy temprano la ilusión tuvo sólidas bases. Kevin Magaña aprovechó las claras deficiencias en la defensa de Nigeria para bajar el balón con el pecho y luego disparar de pierna derecha fusilando al portero Udoh con una pelota milimétricamente colocada junto al poste.

El gigante africano despertó y en 8 minutos cambió todo. Nwakali marcó un golazo de tiro libre para el empate y Okonkwo puso el 1-2 en la recta final del primer tiempo con un disparo desde fuera del área que se metió en el ángulo y dejó sin opciones al portero mexicano. Esos goles que invitan a aplaudir pero también a sospechar de la edad real de los nigerianos.

Los mexicanos empezaron de gran forma el segundo tiempo. 
Diego Cortés se quitó a toda Nigeria, dribló, condujo la pelota y ya en el área definió como auténtico crack ante la salida del portero para el 2-2 que renovó las ilusiones pero también los errores.

Justo de lo que parecía el tercer gol de México nació el gol de Nigeria que encaminó todo. Gurrola regresó mal un pase y como relámpago la jugada terminó en los pies de Osimhen quien disparó cruzado, el portero Romero alcanzó a desviar pero no lo suficiente para evitar el gol.

El penal que Esquivel cometió para que Okonkwo pusiera el 2-4 definitivo fue un trámite que los africanos cumplieron para demostrar que hoy el nivel lo puso México, pero que la contundencia y la sapiencia para ganar aún tiene a los nigerianos como su mejor aliado.

Foto: Especial