Fermín García/ Cuitlatlán / La Jornada de Oriente
Josefina Buxadé Castelán, quien desde hace algunos días es una nueva funcionaria de la SEP, en el último lustro se ha ostentado como una “transparentologa”, pero resulta, pese a esa condición, que no ha podido dar diafanidad al papel que jugó entre los años 2014 y 2015, luego de dejar el cargo de legisladora del PAN, ya que durante ese periodo contrario a su supuesta naturaleza se encargó de reforzar las políticas de opacidad del Poder Ejecutivo al haber ocupado un importante puesto en la estructura gubernamental.
Para muchos Buxadé luego de dejar la diputación local, que ocupó entre los años 2011 y 2014, había ido a dar a “la banca”, es decir quedó fuera de algún cargo público. Eso no fue así, la académica y militante panista entre 2014 y 2015 fue incorporada al gobierno del estado para reforzar el muro de opacidad que caracteriza a la administración de Rafael Moreno Valle Rosas.
Buxadé a lo largo de más de un año fue parte de la Coordinación General de Transparencia del Poder Ejecutivo, en donde devengó un ingreso mensual superior a los 80 mil pesos.
¿Por qué es relevante saber la anterior información o por qué tiene que ser sujeto de escrutinio? Primero porque resulta contradictorio que una mujer que se ha ostentado como una luchadora de la transparencia oficial, que supuestamente promovió una legislación de vanguardia en la materia, se haya encargado de ser artífice de los procesos de opacidad del gobierno del estado.
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