Por Guillermo Alberto Hidalgo Vigueras

Hoy puede ser mi última vez
Mi última afeitada, mi último café.

mi corrida a la parada, mi saludo al chofer.
Hoy puede ser la última vez que bese la frente de mis hijos,
a los que deje dormidos y pronto despertarán,
entonces preguntarán por su padre, que se fue de guardia,
que se fue al servicio… ¿a qué hora regresará?

Ellos siempre esperan ansiosos por mi regreso
no saben de procedimientos, de maniobras, ni de patrullar.
No entienden, por qué su padre, arriesga su vida en vano,
por gente que no conoce, que lo critican o lo miran mal.
Quieren que regrese pronto, para contarme que hicieron,
para mostrarme la tarea, en que los pueda ayudar.
para compartir un día sin sobresaltos ni apuros,
un desayuno, el almuerzo, la cena, un lugar,
un picadito en la cancha, una salida al centro o al parque,
un asado en la montaña, o pescando en el Carrizal.
Hoy puede ser la última vez, que bese  los labios de la que amo,
a la que insistí tantos años, y me quiso acompañar,
la que parió a mis hijos, la que plancha el uniforme.

La que siempre se preocupa, cuando tardo en regresar.
es la que la que da la cara, la que me dice: “cuídate”,

la que también da órdenes, la que manda en mi lugar.
La que eligió ser mi esposa: la que acaricia mi frente,
mi amiga, mi compañera, mi amante, mi calma, mi paz.

Hoy puede ser la última vez que bese
a quien me dio la vida, y me enseño aquel día, a que la llamemamá:
la que prepara en el almuerzo, mi comida preferida,
que aún me ve como un niño que no termina de criar.

Es la que llama cuando yo me encuentro de guardia:
”¿Cuándo venís por casa?, ¿Te quedas a almorzar?”
te prepare locro, también unas empanadas,
Los postres que a vos te gustan, también amase el pan.

Ya te tejí el pulóver, y empecé con la bufanda,
para cuando llegue el invierno y no se vaya a enfriar,
quiero que este abrigado, y haga de cuenta mi hijo
que son mis manos calientes, que lo quieren acurrucar.

Hoy puede ser la última vez, que tome un vasito de vino,
con ese hombre curtido, con el viejo… mi papá:
Él que me dio consejos, que me enseñó a ser hombre
a respetar, a ser derecho, y andar siempre por la legal.

Cuando prepara el asado, me pregunta por el trabajo:
“¿Y cómo están las cosas mi hijo?
… tenga cuidado al andar,
recuerde que tiene hijos, y una esposa que lo espera,
Fíjese en lo que hace, y “no me vaya a fallar”.

Hoy puede ser la última vez que charle
con quien es mi compañero
, él es como mi sombra,
es mi camada, mi igual, ese con quien comparto
el mate con las tortitas “convídame un cigarrito,
después yo voy a comprar”.

Detrás de su apariencia dura, se esconde un tipo sensible,
y no menos humilde,
a quien aprendí a respetar.
Muchas veces me dio consejos de cómo caminar en la calle:
¡tené en cuenta estos detalles tal vez te puedan salvar!
muchas veces pasamos juntos, piñas, tiros, e insultos,
Y algunos que otros disgustos en el juzgado penal.

Muchos son los agravios, el desprecio, los ataques
La maldad, de quienes no saben lo que significa trabajar
Para ellos, soy el enemigo, el covani, soy la yuta
o el milico hijo de puta que los quiere encarcelar.

Para el estado, soy un número, que solo toman en cuenta,
cuando el agua les llega al cuello y no la pueden frenar.
Hoy puede ser la última vez que escuche:

Gracias, Señor, gracias…
Sin usted ¿qué habríamos hecho? ¿Cómo le puedo pagar?
Son palabras que valoro, y me dan fuerzas, me dan ganas,
brillan más que las medallas, que cualquier placa de metal.
Cuando un compañero cae, todos morimos un poco,
Tenemos el corazón roto, está herido no sana más.

El llanto de su esposa e hijos nos queda marcado a fuego,
que penetra hasta los huesos y no cicatrizan más.

Para la sociedad
El único, policía bueno
Es el policía muerto.

Ha entregado todo,
Ya no lo critican más,
Y solo recibió a cambio,
Un féretro con promesas vanas
Envuelto con una bandera,
En el panteón policial.

Autor del poema Cabo P. P. José Ramón Santillán Urquiza… 

El verso surgió a raíz de la muerte del Cabo (pos Morten P. P. Lebihan…. muerto la madrugada del 21 de septiembre del 2003 a las 06:00 horas de la mañana…

Uno de los pensamientos más profundos, más sentidos y con más corazón que he escuchado o leído jamás, para todos los policías caídos de país y de todo el mundo con todo el respeto a ellos y a sus honorables familias, no es mío pero creo que es de todos y para todos, que sigan, que crezcan en su lucha por los demás, que Dios los cuide y los bendiga por que seguro no los abandona jamás.

¿O no?

Juzgue usted

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Fundadora y directora editorial del portal de noticias Ángulo 7. A los 14 años decidió que quería dedicarse al periodismo. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana de Puebla. Fue becada...