Por Juan Carlos Lastiri
México es un país que se ha caracterizado por su relación con diferentes organismos internacionales para cumplir normas que mejoren la forma de gobierno.
Desde principios de la década de los 80 del siglo pasado, se ha presentado una nueva forma de entender el gobierno a través de la transparencia, la rendición de cuentas, etc., que ha evolucionado hasta ahora en algo que llamamos el Gobierno Abierto, que no es otra cosa que una forma de legitimación del gobierno a través de una nueva gobernanza que involucra a la sociedad y sus políticos como pares en las tomas de decisiones y tiene, como herramienta principal el uso de tecnologías de la información.
Hace un año, nuestro país recibió la presidencia de la Alianza para el Gobierno Abierto y esta semana ha sido cede de la Cumbre Mundial de la Alianzas para el Gobierno Abierto 2015, done se analizan los avances de los países miembros en la materia y sus compromisos futuros. Pero nuestro país no sólo presidió la Alianza por el Gobierno Abierto, sin que, como país miembro, implementó y dio cumplimiento a su Plan de Acción 2013-2015 en materia de Gobierno Abierto del cual se pueden destacar acciones como:
i) El desarrollo de la Red México Abierto, una plataforma para compartir aprendizajes y apoyar iniciativas en materia de datos abiertos con gobiernos locales y actores sociales de todo el país.
ii) Se impulsó la Alianza para el Parlamento Abierto, que fomenta los principios del Gobierno Abierto en el ámbito legislativo.
iii) Se avanzó en la evaluación de las políticas de Gobierno Abierto en México, en colaboración con la OCDE.
Más aún, en la inauguración de esta cumbre, el presidente Peña ha dicho que se están desarrollando nuevos proyectos de Gobierno Abierto que buscamos incluir en el Plan de Acción 2016-2018 y a saber se trabaja en:
i) Un sistema para que la sociedad pueda seguir en línea los procesos de contrataciones públicas, comenzando con las de mayor dimensión y teniendo como ejemplo el caso particular del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, el proyecto de infraestructura más grande que habrá de impulsar esta Administración, donde se implementará el estándar de datos para las contrataciones y por tanto, será el primer proyecto de esta dimensión en aplicar dicho estándar.
ii) Se está trabajando con la ciudadanía para que, entre otros mecanismos, a través de las tecnologías de la información se mejore la velocidad, certeza y transparencia de lo que en México hemos llamado Justicia Cotidiana, que es la que los ciudadanos sienten más en su día a día, como la justicia laboral, civil, familiar y administrativa.
iii) Se busca impulsar que en el nuevo Sistema de Justicia Penal se cuente con herramientas electrónicas de rendición de cuentas que transparenten los procesos penales y, por ejemplo, que se pueda consultar en línea el avance y situación de las carpetas de investigación; se están complementando los programas sociales para que sus usuarios puedan recibir mediante tecnologías móviles información oportuna y personalizada que les permita el ejercicio efectivo de sus derechos.
iv) Se están estableciendo nuevos lineamientos y plataformas para que los ciudadanos puedan monitorear el diseño, ejecución y evaluación de distintas políticas públicas. Es claro que el concepto de Gobierno Abierto es, e implica, corresponsabilidad de la sociedad y los que toman decisiones a nivel gubernamental, lo que en una nueva forma de gobernanza, implica mejora en la toma de decisiones y una nueva forma de legitimación gubernamental.
Tal como lo señaló el presidente Peña, “…los gobiernos abiertos son la nueva frontera de la democracia y un instrumento moderno e innovador que permite a los ciudadanos saber con mayor precisión qué hacen sus autoridades y además, participar activamente en los asuntos públicos”.
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