Por Álvaro Conrado Pérez Aquino

La tarde del 22 de octubre no era una tarde cualquiera, era una tarde gris, llena de malos presagios emitidos desde el gobierno de la República, secundado por el de los Estados que resultarían afectados, como Jalisco y, Colima o Nayarit.

El sistema Meteorológico del país así también anunció alarmando a la Población acerca de la intensidad del fenómeno. Los sistemas informativos del extranjero lo mismo se condujeron con extremada alarma, casi con esquizofrenia, y tanto el gobierno como los ciudadanos, tomaron todas las precauciones del caso, dándole seguimiento al Huracán Patricia, como el más temeroso de la Historia con una categoría de 5, grado máximo en poder de destrucción.

Todo ello provocó el pánico entre la población, y un efecto viral en las redes sociales que colaboró con el susto. Y en cuanto el meteoro tocó tierra, nada, que se degradó a categoría 2, y las expectativas fueron otras, en estricto análisis del fenómeno, que bien que fue así, que bien que la naturaleza cambió para bien, o las autoridades encargadas del monitoreo se equivocaron o ¿se confabularon para dar la información que dieron?, si así fue, que mal, porque inmediatamente comenzó a cundir la desconfianza en el gobierno, la falta de credibilidad, y de seriedad para manejar con suma seriedad este asunto, y se insiste en que fue mal utilizada la fuerza del huracán Patricia para infundir temor y miedo entre la población.

Ahora bien, uno piensa que la persona encargada de monitorear y valorar los efectos del fenómeno, avalado por estudios serios Universitarios, dependiente de la Universidad Nacional Autónoma de México, es confiable, ¿por qué dudarlo? Y además, la explicación dada en el sentido que el huracán al chocar con las montañas de la sierra madre oriental provocaron el efecto, que hiciera que viniera a menos y que terminó por reducirlo a categoría 2.

Es así que tanto miedo infundido, tanta alerta máxima, que de todas formas no estuvo mal, hizo que de un punto de alto interés y miedo, se derrumbara hasta llegar a la incredulidad en el equipo del presidente Enrique Peña Nieto, y así ante la rabiosa persecución del chapo, y los efectos de Patricia, ni una cosa se ha logrado; ni el huracán, felizmente, fue desastroso, pero ambos casos han dejado entre el pueblo mexicano una desconfianza mayúscula.

 

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Fundadora y directora editorial del portal de noticias Ángulo 7. A los 14 años decidió que quería dedicarse al periodismo. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana de Puebla. Fue becada...