Por Redacción
Luego de que Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera lograse escapar de la Marina el pasado 7 de octubre, la cacería de las fuerzas armadas por encontrarlo ha dejado techos de casas destruidos y coches incinerados en comunidades de Durango.
La Secretaria de Marina (Semar) abrió fuego contra casas y coches desde helicópteros, como parte de un operativo que posteriormente se extendería a otros poblados de la zona comprendida como “El Triángulo Dorado”, que incluye a los estados de Durango, Sinaloa y Chihuhua.
Las autoridades mexicanas confirmaron que rodearon la región noroeste del país, lo que orilló al capo a huir precipitadamente. Este escape le ocasionó heridas en la pierna y el rostro, mas no fue por un enfrentamiento directo, como habían informado las cadenas estadounidenses NBC y Fox News la semana pasada.
Debido a esta búsqueda, varios municipios de Sinaloa volvieron a amanecer este lunes con decenas de militares, marinos y policías federales en las calles, con el fin de encontrar al narcotraficante, quien se fugó del penal de máxima seguridad El Altiplano 1 el pasado 11 de julio.
El municipio de Cosalá, Durango, uno de los más afectados por la cacería de Guzmán Loera, registró la llegada de 250 familias, entre 600 y 700 personas, en los últimos diez días, provenientes de distintas comunidades de la Sierra Madre Occidental.
Estas familias acusaron que la Marina no les permitía dejar su comunidad y por eso muchos optaron por salir durante la noche, para no ser vistos.
La Comisión de Defensa de Derechos Humanos de Sinaloa indicó que alrededor del 6 de octubre comenzaron a recibir llamadas de los pobladores de esa zona que les pedían ayuda porque sus pueblos estaban bajo el fuego de elementos de la Semar.
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Editado por: Marta Romero
Fuentes: El Clarín, El Economista y Sopitas
