Por Elvia Cruz / Cambio
Primera de tres partes
Cuarenta y seis días han transcurrido desde que desapareció Paulina Camargo y el misterio se agranda sobre el destino de la jovencita de 19 años. Documentos oficiales en poder de CAMBIO demuestran que la Procuraduría General de Justicia,
aunque sostiene como línea principal el homicidio a manos de su supuesto novio, José María Sosa Álvarez, no ha podido cuadrar los peritajes técnicos y la supuesta ubicación del contenedor donde habría tirado el cuerpo, además de desatender una misteriosa llamada de secuestro en la que pidieron un rescate, ocurrida al mismo tiempo que se presentaba la denuncia por la desaparición.
CAMBIO reconstruye en tres partes, de acuerdo con documentos oficiales, las contradicciones, olvidos y hasta acusaciones de tortura en que ha incurrido la PGJ en la desaparición de Paulina Camargo.
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Tras la noche infernal del 25 de agosto en que desapareció Paulina Camargo y sus padres dedicaron las primeras horas a tratar de ubicarla entre familiares y amigos, antes de cumplirse las veinticuatro horas de haberse esfumado decidieron acudir a la PGJ a presentar la denuncia correspondiente.
Eran a las 13:00 horas de la tarde del 26 de agosto cuando el padre de Paulina Camargo Limón,Rolando, recibió una llamada telefónica de un número con lada de Guadalajara, Jalisco en la que un sujeto le exigió una fuerte cantidad de dinero a cambio de la vida de su hija, quien había desaparecido la noche anterior con 18 semanas de embarazo.
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