Por Mauricio Ronquillo Arroyo @MauricioRA14
En tiempos extras, la selección mexicana tuvo que llegar para vencer 3-2 a su similar de Estados Unidos, con un golazo de Paul Aguilar, y con ello, lograr su pase a la Copa Confederaciones de Rusia en el 2017.
La fecha por fin llegó, 10 de octubre de 2015, en el Rose Bowl de Pasadena California, el Tri y el conjunto de las barras y las estrellas se veían las caras de nueva cuenta para decidir un cupo a la Copa Confederaciones, que reúne a los campeones de cada zona futbolística del mundo, por si fuera poco muchos decían se jugaba la “hegemonía” de la Concacaf.
Pasaron los primeros minutos y la tendencia era clara, el seleccionado mexicano fiel a su historia, buscó el protagonismo del duelo, a través de la pelota y su tan comentada formación con tres puntas al frente, Javier “Chicharito” Hernández, Oribe Peralta y Raúl Alonso Jiménez, que mostraron que el entrenador, Ricardo Ferretti, tenía un as bajo la manga con ellos.
Muestra de ello fue, apenas a los 10 minutos, una gran triangulación de los tres atacantes, que término definiendo Chicharito en el área para adelantar a los mexicanos. Se veía un juego muy apabullante del tricolor, pero de poco sirvió, pues un tiro libre en contra, como siempre, termino por decretar el empate para los americanos, Geoff Cameron de cabeza puso el 1 por 1.
Sin concretar el Tri
La segunda mitad fue un recital de juego de posesión y calma al buscar abrir espacios, la selección mexicana intentaba pero la falta de contundencia del Chicharo, la falta de puntería de Peralta y la imprecisión de la media cancha en el último pase, parecía frenar la ventaja potencial para México. Sumado a eso el cuerpo arbitral encabezado por Joel Aguilar dejó de marcar un par de penales por sendas manos, que hubieran sentenciado el partido en tiempo regular.
Cambios claves
Ya en los tiempos extras el partido se llenó de una abundante tensión, parecía cargarse de presión el ambiente, para que ambos equipos mas allá de intentar ganar, buscaran no perder.
La inercia de fútbol para México no cambió, siguió buscando el marco y otra vez una jugada presidida por el tridente de ataque concluyó con una gran definición de Oribe Peralta al minuto 96.
Parecía que el título era mexicano, ante la poca reacción norteamericana y el cansancio notorio en sus futbolistas, pero cuando más cerca del final se encontraba el partido una descolgada de Deandre Yedlin, que sirvió un gran balón para Bobby Wood, que definió por debajo de las piernas de Moisés Muñoz, le devolvió el alma al cuerpo a los estadunidenses y despertaba “fantasmas” en la historia reciente de nuestro fútbol.
A dos minutos en el tiempo extra, los penales rondaban la cancha californiana, apareció un gol de bandera, Paul Aguilar prendió una volea espectacular, terminando así con el nervio, el miedo y el desconsuelo en las tribunas del Rose Bowl, dando así un golpe de autoridad para poner el 3-2. De esa manera México consiguió su pase para Rusia 2017.
Foto: Mediotiempo
