Por Juan Carlos Lastiri

Hablar de desarrollo económico es, como se dice comúnmente, meterse en camisa de once varas, porque no existe una teoría que sea la panacea para lograr dicho objetivo. Entre los especialistas del tema existe consenso en que son diferentes factores los que inciden para lograr este fin, pero no se tiene claro en qué medida estos factores son necesarios ni la temporalidad en que deben desarrollarse. 

Así, cada territorio representa un reto a entender de forma distinta para incentivar el crecimiento económico. Nuestro país se ha caracterizado por tener una división importante en el tema del desarrollo, donde se entiende que existe una desigualdad marcada entre algunas entidades, en especial se sabe que existe una gran diferencia entre el norte y el sur de nuestro país. 

La evolución de nuestro país en los últimos 50 años hizo que entidades como Chiapas, Oaxaca y Guerrero fueran dependientes de un sector primario de bajo valor agregado y, por lo tanto, esto hizo que hoy en día estas entidades muestren altas tasas de personas en situación de pobreza y vulnerabilidad. Pero esto no quiere decir que estas zonas estén condenadas a este futuro, ya que se ha reconocido que tienen potencial para su desarrollo. 

Y esto es algo que ha visualizado el Gobierno de la República a través de una nueva iniciativa innovadora que pretende impulsar un nuevo modelo de desarrollo. Hace unos días, el Presidente Enrique Peña Nieto ha presentado una iniciativa de ley para la creación de las llamadas Zonas Económicas Especiales que permitirán definir espacios geográficos que ofrezcan un entorno favorable para la instalación y desarrollo de empresas e industrias, a partir de incentivos, ventajas competitivas y condiciones de certidumbre para los inversionistas. 

Esta propuesta tiene como prioridad generar las primeras tres Zonas Económicas Especiales en el país que a saber son: 

i) La del Corredor Industrial Interoceánico, en el Istmo de Tehuantepec, que conectará al Océano Pacífico con el Golfo de México

ii) La de los municipios de Michoacán y Guerrero que colindan con el Puerto de Lázaro Cárdenas. 

iii) Una Zona Económica Especial en Puerto Chiapas.

Estas zonas fueron elegidas de manera primaria, porque tienen en común que, a pesar de su alto potencial productivo y sus evidentes ventajas logísticas, éstas no han sido debidamente aprovechadas y justamente para revertir esta situación, se van impulsar las Zonas Económicas Especiales. 

Tal como lo ha señalado el Presidente Peña para obtener resultados diferentes y mejores, se deben romper paradigmas y atrevernos a hacer lo que nunca hemos hecho antes por esto, proponer una ley de Zonas Económicas Especiales es proponer un nuevo modelo de desarrollo para el sur del país. 

Es encontrar una manera innovadora y audaz de atraer inversiones, generar empleos y elevar la calidad de vida de sus habitantes. La transformación nacional necesariamente pasa por el impulso al desarrollo del sur del país y tal parece que ha llegado el momento de explorar nuevas alternativas; es tiempo de cambiar el modelo de desarrollo del sur del país. 

Tenemos que transitar del asistencialismo insuficiente, que sólo contiene la pobreza, al crecimiento incluyente. Para ello, se requiere de una estrategia integral, efectiva y de largo alcance, que eleve la productividad y promueva las inversiones, así como la generación de empleos de calidad, bien pagados y bien remunerados.

 

 

*Las opiniones expresadas en esta sección son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente la línea editorial del portal de noticias Ángulo 7. 

Fundadora y directora editorial del portal de noticias Ángulo 7. A los 14 años decidió que quería dedicarse al periodismo. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana de Puebla. Fue becada...