Por Juan Carlos Lastiri 

El Presupuesto de Egresos de la Federación representa varias novedades para este 2016. Una de ellas es que se ha etiquetado con la consigna de ser de base cero y otra, que este es uno de los primeros que no depende ya de la inercia de los altos ingresos petroleros que se tuvieron en antaño. 

Este último punto implica que ahora debemos de buscar más fuentes de gasto, mismas que no son abundantes y, por tanto, harán que busquemos ser eficientes al gastar los recursos que en adelante serán más escasos

Esta premisa da pie al llamado presupuesto base cero y cuatro ejes en nuestro país dan sentido  a este nuevo concepto de presupuesto, a saber:

i) Revisión profunda de la estructura programática para identificar complementariedades, similitudes y/o duplicidades en los objetivos y alcances de los programas presupuestarios;

ii) Centralización de áreas transversales en dependencias coordinadoras de sector;

iii) Programa de austeridad en gastos de operación;

iv) Asignación de presupuesto para programas y proyectos de inversión con base en la mayor rentabilidad social, factibilidad, impacto regional y contribución a las metas planteadas en el PND 2013-2018.

Por tanto, en este proyecto de presupuesto podremos observa que la incidencia de estos ejes se traduce en que la propuesta de estructura programática, para el ejercicio fiscal de 2016, contempla 851 Programas Presupuestarios (PP), lo que representa una disminución de 22.4 % respecto al número de PP de 2015; hay una adecuación de las estructuras orgánicas de la administración pública federal para centralizar funciones y fusionar  áreas donde se identificaron duplicidades; se busca la optimización de la asignación de recursos destinados al gasto de operación; y se tiene eficiencia en la asignación de recursos a los programas y proyectos de inversión además de que, se asigna presupuesto a aquellos con la mayor rentabilidad social, el mayor impacto en el desarrollo regional, mayor avance en las factibilidades técnicas, legales y ambientales y a programas que contribuyan a las estrategias planteadas en el Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2013–2018.

Importante mencionar que esta búsqueda de eficiencia y eficacia del gasto no implica dejar de lado el gran objetivo de la redistribución del ingreso que tiene el estado y que en México se caracteriza en este gobierno por la equidad y la inclusión. 

Para este año se tiene estimado un gasto de 4, 746,945.7 millones de pesos, lo que representan una ligera disminución de 1.9 por ciento frente a lo aprobado para 2015.

Por grandes rubros de gasto se puede decir que para Gobierno se tiene un gasto de 330,204.2 millones de pesos, es decir el 9.7 por ciento del gasto y una disminución respecto a 2015 del 5.2 por ciento;  Desarrollo Social un estimado de 2, 199,538.2 millones de pesos de gasto, es decir 61.7 por ciento del total y una disminución del gasto frente a 2015 del 0.8 por ciento; y para Desarrollo Económico un gasto de 1, 032,305.8 millones de pesos, lo que implica 29 por ciento del mismo y una disminución respecto a 2015 de 15.2 por ciento.

Este presupuesto busca, entonces, ser eficiente sin descuidar el sector social que es el que menos recursos recorta respecto del año pasado, esto demuestra el compromiso del Gobierno de México para hacer de este un país más equitativo e incluyente.

Se otorga prioridad a los programas de combate a la pobreza, seguridad e impulso al crecimiento económico, así como las inversiones en educación superior, ciencia y tecnología.

Ejes importantes que apoyan principalmente la consecución de las metas nacionales México Incluyente y México con Educación de Calidad.

 

 

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Fundadora y directora editorial del portal de noticias Ángulo 7. A los 14 años decidió que quería dedicarse al periodismo. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana de Puebla. Fue becada...