Por Juan Carlos Lastiri
Las formas de organización del ser humano han evolucionado desde hace tiempo hasta ser lo que hoy conocemos como sociedad. Y la configuración actual tuvo dos momentos de construcción en lo social.
El primero se vive en la llamada Revolución Industrial en el siglo XVIII, los cambios que introdujo la máquina y los avances en la medicina, junto al naciente sistema capitalista, configuraron a la sociedad con nuevos modo de vida y consumo, donde el dinero y el trabajo se presentan como base de la misma.
El segundo momento se da en la época que marca el final de la Segunda Guerra Mundial, donde se empieza la reconstrucción del mundo y los sistemas políticos empiezan a conformar bloques de acción para controlar acciones bélicas, dándose un distanciamiento entre el llamado socialismo y el capitalismo, aunque dejando en medio a lo que se conoce como el Estado Benefactor. La idea de este no es otra más que tener al Estado como garante de la redistribución de los bienes que se producen para buscar el bienestar de los seres humanos.
A partir de ese entonces, lo social como política tomo el auge que conocemos hasta hoy en día. Ayer miércoles se presentó el tercer informe de gobierno del Presidente Peña, y los resultados en materia social son importantes por la situación que guarda nuestro país.
A partir del ejercicio fiscal 2014 y por vez primera, la Sedesol puso en marcha la Matriz de Inversión para el Desarrollo Social (MIDS), que es un sistema de monitoreo que permite planificar y monitorear el uso que los gobiernos estatales y municipales dan a los recursos del Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social (FAIS).
En dicho sistema, se reportó a la Sedesol un total de recursos programados de 51,303.9 millones de pesos con cargo al FAIS, lo que significa el 88.6% de los recursos federales transferidos a los gobiernos locales que en 2014 ascendió a 57,912.9 millones de pesos.
Con estos recursos los gobiernos locales programaron 103,258 proyectos, de los cuales 26.5% correspondieron al rubro de agua y saneamiento, 14% a educación, 1.7% a salud, 22.1% a urbanización, 30.9% a vivienda, 3.3% a otros proyectos y 1.5% a proyectos especiales.
Al cierre de 2014, las entidades, sus municipios y DTDF reportaron en la MIDS, la programación de 1,563 proyectos de Comedores Comunitarios, 1,739 de Comedores Escolares y 650 Huertos Comunitarios, donde de los 3,952 proyectos 75.3% se concentra en los municipios que pertenecen a la CNCH, principalmente en Guerrero, Estado de México, Michoacán, Chiapas, Sinaloa y Oaxaca.
La importancia de reorientar los recursos se da porque, de 2013 a 2014, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público registró 28% más de proyectos y 66% más municipios, operando recursos del FAIS (en 2013 se registraron 46,633 proyectos de 1,209 municipios, y en 2014 59,539 proyectos registrados de 2,002 municipios).
Estas acciones al final tuvieron un impacto muy importante en el objetivo primario de este gobierno, ya que como lo señaló el Coneval, cerca de 60 por ciento de las personas en situación de hambre salió de esta y se disminuyó la pobreza extrema en los ámbitos rural y urbano.
Si pensamos por un momento acerca de las cosas que necesitamos para tener una forma de vida confortable, pensaríamos en servicios básicos tales como, salud y educació, y medio de vida tales como trabajo, servicios sociales, vivienda.
Y tal parece que el Gobierno de la República está logrando los objetivos puestos en marcha con esta administración, llegar a los más pobres entre los pobres a través de cambios normativos que hoy reflejan una mejora en la vida de este sector poblacional.
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