buap3

Escrito por: Patricia Chong 

El uso de tecnologías de la información son un punto clave para avanzar en la educación, sin embargo, las instituciones suelen adquirirlas sin que sus docentes estén capacitados en su uso, por lo que no se aprovechan.

Así lo señaló el académico de la Universidad de Barcelona, César Coll, durante la conferencia “Las TIC y la personalización del aprendizaje”, que impartió en el Complejo Cultural Universitario (CCU) de la BUAP, como parte del “Primer coloquio internacional de experiencias educativas mediadas por la tecnología”.

“Hay que dejar de apostar únicamente por la infraestructura y equipamiento, tenemos que apostar por la formación del profesorado en el uso de estas tecnologías para poder realizar proyectos pedagógicos innovadores y transformadores”.

Destacó que si bien las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) hacen más eficaz la transmisión de información, si no se sabe utilizarlas de manera adecuada, “más que una herramienta se vuelven solo un aparato tecnológico que no ayuda”.

 

Nuevo escenario de aprendizaje

Consideró que en el país “aún estamos lejos de la sociedad del conocimiento”, aunque indicó que ante el nuevo escenario de aprendizaje que se vive en la actualidad, es necesario crear un nuevo significado de la educación que incluya los cambios sociales y tecnológicos.

Añadió que la tecnología permite que las personas aprendan según lo prefieran, sobre los temas que más les interesa, a sus tiempos y en cualquier lugar, por lo que deben incorporarse dentro de las aulas.

Por lo que, reiteró, las instituciones y docentes deben capacitarse en su uso, no solo obtenerlos, sino entenderlos y que estos se vuelvan un mecanismo novedoso.

Por su parte, la directora de la Facultad de Ciencias de la Electrónica, Luz del Carmen Gómez Pavón, destacó que el objetivo del congreso es realizar un intercambio de conocimiento entre estudiantes y especialistas, además de analizar los métodos educativos que se implementan en las diferentes instituciones.

 

Foto: Cortesía BUAP